Me encantó llevar mi Mesa Dulce a este lugar tan pero tan hermoso y con qué calidez me atendieron las chicas que trabajan allí. Desde la dueña Fabiana, todos me trataron impecablemente, tanto por WhatsApp (para hacer unas preguntas sobre las dimensiones de la mesa de Candy Bar) como personalmente. Lo súper recomiendo no solo por lo lindo que es, sino también por la limpieza y prolijidad que había. ¡Todo hermosísimo! Sigan así y toda la suerte del mundo.