Solía disfrutar mucho de este lugar por las decoraciones que realizan y el trabajo que ofrecen. Lamentablemente, con el tiempo se han vuelto desorganizadas con los turnos. Te dan una cita, te dicen una hora, llegas puntual y terminas esperando una hora y media a que el anterior cliente termine para atenderte. Solicitas la clave del wifi para distraerte y te dicen que no tienen. Luego pedí otra cita para las 8 de la mañana y dos horas antes me la cancelaron con excusas. No deberían jugar con el tiempo de las personas. Es una lástima porque hacen un buen trabajo, pero si no saben manejar su agenda, perjudican a su clientela. Probablemente respondan a este comentario de manera inapropiada, como he visto que hacen con otras críticas negativas. Parece que siempre tienen la razón y nunca se equivocan en ese lugar. Espero que puedan mejorar este aspecto para futuras clientas.