El miércoles pasado fui a hacerme la pedicuría y la dueña Carolina, que atiende, me cortó la planta del pie con el bisturí. En ese momento se molestó mucho y me dijo en un tono desagradable: "cómo te vas a mover así" (como si por mi culpa ella me cortó, lo cierto es que me moví luego del corte) luego me dijo que no me preocupara que era superficial, puso una gasa y continuó como si nada con el otro pie. Como tengo una buena tolerancia al dolor, realmente en ese momento no sentía dolor. De regreso a casa sentí cierta incomodidad al pisar y cuando me saqué la bota tenía todo el pie ensangrentado traspasando las medias gruesas. Le envié la foto de mi pie alegando que no era tan superficial y la muy soberbia me dijo "qué terrible y que me va a devolver el dinero". Así que chicas, no vayan, podría haber entendido la actitud de una empleada que cobre por un trabajo mal hecho, pero de la misma dueña no. Encima de que me cobró, no tuvo ni la menor empatía para asistirme como corresponde a una clienta de hace años y me despachó lo más rápido posible. Lamentable que la gente actúe así. La peor parte ya la transitó, estuve tres días sin poder pisar, fue un trastorno realizar las tareas cotidianas con el pie así. ¡De terror! ¡No vayan chicas!