Espacio Bienestar Palermo

El miércoles pasado fui a hacerme la pedicuría y la dueña Carolina, que atiende, me cortó la planta del pie con el bisturí. En ese momento se molestó mucho y me dijo en un tono desagradable: "cómo te vas a mover así" (como si por mi culpa ella me cortó, lo cierto es que me moví luego del corte) luego me dijo que no me preocupara que era superficial, puso una gasa y continuó como si nada con el otro pie. Como tengo una buena tolerancia al dolor, realmente en ese momento no sentía dolor. De regreso a casa sentí cierta incomodidad al pisar y cuando me saqué la bota tenía todo el pie ensangrentado traspasando las medias gruesas. Le envié la foto de mi pie alegando que no era tan superficial y la muy soberbia me dijo "qué terrible y que me va a devolver el dinero". Así que chicas, no vayan, podría haber entendido la actitud de una empleada que cobre por un trabajo mal hecho, pero de la misma dueña no. Encima de que me cobró, no tuvo ni la menor empatía para asistirme como corresponde a una clienta de hace años y me despachó lo más rápido posible. Lamentable que la gente actúe así. La peor parte ya la transitó, estuve tres días sin poder pisar, fue un trastorno realizar las tareas cotidianas con el pie así. ¡De terror! ¡No vayan chicas!

Mi experiencia fue tan breve como desagradable. Llamé para pedir un turno porque me quedaba cómoda su ubicación. No quedaban muchos turnos para después de las 6. Por lo que me ofrecieron para la semana siguiente (el primero de las 10 sesiones). Al mismo tiempo me dijeron que la esteticista se iba a comunicar conmigo para confirmar el turno. Como no recibí llamado, intenté comunicarme para que me confirmaran. Pasadas las 17 horas del día que debía estar, me atendieron, e hice mi consulta. Le pregunté si estaba confirmado mi turno de las 18, porque no había recibido la supuesta confirmación. Me dijo que sí, que estaba agendado mi turno, y le dije que quizás llegaría unos minutos tarde, porque aún estaba en el trabajo (ya que no me iba a retirar antes por un turno que no sabía si existía), y me respondió que me esperaba. Cuando llego al local, alrededor de las 18 y 10 me hacen pasar. Pido para ir al baño, y cuando salgo me dicen que no tienen turno para atenderme. ¿Cómo? Sí, me dijo que me tenía agendada a las 17, y como había llamado a las 17 y algunos minutos, pensó que iba a esa hora. Le dije que la había llamado para confirmar el turno de las 18, pero me mostró su cuaderno donde me tenía anotada a mano a las 17 y que tenía ocupados los dos próximos turnos. No me ofrecieron ni un turno otro día, ni me plantearon cómo se podía solucionar. Todo lo que pude decir es que entonces me retiraba (¿qué más podía hacer?) y que me parecía muy poco serio. No pareció importarles mucho. Una pena haber dejado mi trabajo antes de horario para perder el tiempo.