La Casona

El café estaba sabroso. El muffin de arándanos podría haber sido fácilmente budín de limón, ni siquiera nos dimos cuenta de que era de arándanos. Todas las cosas son mejorables. Esa tarde la pasamos mal porque no se podía ni hablar, había un grupo de chicas en dos mesas que no hablaban, directamente gritaban. Le comentamos al camarero y dijo que no podía hacer nada porque eran amigos de la dueña, y de hecho ella estaba presente. Si desde la cabeza del local no hay un sentido de respeto hacia los demás clientes, no se puede esperar mucho más. Varias veces elevé la voz para pedirles que hablaran más despacio y ninguna hizo caso.

¡Qué delicioso el café que probé! La porción de torta Matilda y cheesecake era enorme y exquisita. La atención y el ambiente fueron muy buenos.

Bonito lugar, la comida excelente. Un poco caro.